Henry Jesús Camino Muñoz: La industria de la moda se torna verde

Los seres humanos podemos satisfacer nuestras necesidades y gustos sin descuidar el ambiente.

Henry Jesús Camino Muñoz


¿Alguna vez tu mamá te heredó la ropa de tu hermano que aún se veía en buen estado? Henry Jesús Camino Muñoz te invita a ver ese episodio de su vida como el inicio del reciclaje de textiles, siendo de las prácticas más acorde para la preservación del medio ambiente alrededor del mundo.

Henry Jesús Camino Muñoz
La onda sostenible ha encontrado un nuevo aliado: la industria textil.
El más reciente estudio de Nielsen acerca de la sostenibilidad muestra que, en América Latina, el 71% de los consumidores pagan más por una marca, producto o compañía que esté comprometida con el cuidado del medio ambiente. Según este análisis, esta tendencia sigue creciendo de la mano con las campañas publicitarias que incitan a un correcto uso de los recursos no renovables.

Esa preocupación de los consumidores ambientalistas ha sido escuchada por la industria de la moda en el mundo entero, y los esfuerzos empiezan a rendir frutos. Según la fundación Ellen MacArthur 
"una nueva economía textil: rediseñar el futuro de la moda" es necesario; en 2015 la producción de ropa en el mundo emitió aproximadamente unas 1.200 toneladas de CO2, 21 veces más que la cantidad de gases emitidos por los vuelos internacionales y los envíos marítimos. 

Henry Jesús Camino Muñoz
La industria textil busca ser más eco
La alta contaminación ha posicionado a la industria textil como una de las más dañinas con el medio ambiente, en especial por el gran consumo de agua y petróleo que se requiere para la producción de las prendas.
Ante este hándicap, varios monstruos del negocio como lo es la trasnacional escandinava H&M o la italiana Diésel, ya se pusieron a trabajar en diversos proyectos para mermar los niveles de contaminación. 

Para cumplir esta meta, y asegurando un futuro verde, ya andan creando productos “ecológicos” siendo casi una obligación para todas las industrias. “Tan elemental como hacer algo bonito, también es hacerlo sostenible”, puntualiza la diseñadora Laura Áñez.