La contaminación del planeta representa un grave problema.
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| El nivel de contaminación es alarmante en algunos lugares |
Si bien es cierto que se han tomado medidas para atacar la contaminación, la verdad es que aún queda mucho por hacer. Hay muchos efectos que demuestran lo perjudicial que ha sido la conducta de los seres humanos en algunas circunstancias para el bienestar de nuestro ambiente, uno de los más comentados es el de la isla de residuos plásticos del Océano Pacifico.
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| El plástico llega al mar por causa del ser humano |
Muchos, como Henry Jesús Camino Muñoz, se han hecho la pregunta sobre ¿Cómo es realmente esta isla? Incluso, han llegado a circular por la web imágenes que se afirman son de ella. Pues bien, lo cierto es que esta no es una isla como tal y que las imágenes que se pueden encontrar en Internet no son de la isla de residuos plásticos.
¿A qué se debe esto? La verdad es que, en un principio, quizás el nombre de “isla” no vaya de la mano de lo que realmente es este espacio, o no se asocie al significado que manejamos. No existe una isla que sea de plástico en medio del océano, o no una que se vea como cualquiera que nos imaginemos.
Más bien, esta isla es un espacio del océano, donde ciertamente la contaminación es muy elevada, pero no cuenta con más de cuatro partículas por metro cúbico. ¿Es un problema? Claro que lo es, ya que si se lograran juntar todas estas partículas, ocuparían un espacio bastante grande, pero, más allá de eso, estas partículas llegan a este punto gracias al cruce de corrientes que se da, y si bien, nosotros usamos el plástico en trozos bastante grandes, estos son afectados por la fotodegradación, lo que divide el plástico en pedazos muy pequeños hasta llegar al nivel molecular.
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| Es necesario reciclar |
Lo cierto es que Henry Jesús Camino Muñoz alerta que el plástico llega al mar a causa de los seres humanos, pues muchos de los residuos que producimos van al océano. Por razones como estas, es necesario estimular el reciclaje, para contribuir con el planeta y generar bienestar.
Por Henry Jesús Camino Muñoz
