Henry Jesús Camino Muñoz | Un tesoro del cuidado medioambiental llamado Campanópolis
Para los amantes del reciclaje, el turismo ecológico siempre es la primera opción a tener en cuenta. Y es que tener la oportunidad de adentrarte en un lugar que te haga olvidar de las grandes metrópolis, y, además, te enseñe el valor del cuidado medioambiental es algo que no tiene precio. En Argentina existe un lugar muy cercano a Buenos Aires, donde el deseo de un hombre de hacer sus sueños realidad, y de hacer del mundo algo mejor se unieron, y gracias a un gran y titánico esfuerzo, dieron pie a una ciudad medieval en la tierra del Tango.
El nombre de este maravilloso lugar es Campanópolis, la cual es la primera y única ciudad con espíritu medieval en Latinoamérica. Se encuentra ubicada en una de las reservas ecológicas más grandes y frondosas de la Provincia de Buenos Aires, y está construida en su totalidad con materiales antiguos y reciclados, contando con más de 100 mil árboles y plantas de distintas especies.
El nombre de Campanópolis se debe al apellido de su fundador, Don Antonio Campana, un hombre que sin poseer estudios de arquitectura dio rienda suelta a este imponente proyecto en un predio de 200 hectáreas con llanuras, bosques selváticos, ríos, arroyos y lagos, que, a día de hoy, se ha convertido en un parque histórico - ecológico – cultural y temático.
El terreno que hasta 1976 pudo ser adquirido por el señor Campana, tiene una larga historia de maltrato ambiental, siendo explotado para obtener materiales que luego fueron empleados para las bases de las pistas del Aeropuerto Internacional de Ezeiza y de la autopista Richeri, e incluso, más adelante, termino siendo usado como relleno sanitario por más de cinco años, con las consecuencias que esto pudo acarrear.
En Campanópolis son muchos los lugares que se pueden visitar, como el Museo de las Rejas o Ferroteca, donde se pueden ver todo tipo de rejas, y curiosos objetos antiguos y piezas de arte. También destacan lugares cuyo tema son los materiales empleados para su construcción, como la Casa de Piedra, el Museo de Madera o Palitos y la Casa de Escoria.
Son muchos los espacios secretos que se pueden encontrar en Campanópolis, un paraje turístico que atrás dejó su triste pasado, y que, hoy en día, es una referencia de lo que se puede hacer para proteger a nuestro planeta.